lunes, abril 21, 2008

The X Effect xD

El viernes nos vimos con Lucas. Anoche, nos vimos con Danilo. Este medio día, quedé O_O al ver que Juan sería mi instructor de producto...

Lo único que falta es que me encuentre con Omar mañana xD

Qué weá les pasó que les dio por aparecer todos juntos???

jueves, abril 17, 2008

Vieja

Estoy leyendo una novela llamada "Madre Que Estás en los Cielos", de Pablo Simonetti. En ella, la protagonista-narradora es Julia Bartolini, viudad, de setenta y algo años, madre de cuatro hijos. Se encuenra esperando su muerte en casa, luego de que le diagnosticaran cáncer al colon, en un grado ya terminal.

Ella va relatando episodios de su vida, con sus padres, su matrimonio, sus hijos, etc. a través de los años, en forma de "memorias" que quiere dejar antes de morir.

Es un relato entretenido, conmovedor, que plantea la evolución de ella como hija/esposa/madre, de los suyos, así como la redención que inconcientemente busca antes de morir.



Por qué menciono esto?: Me hizo llorar como jamás un relato lo había hecho. Me ha hecho recordar mi propia experiencia. Mi relación con mi madre, que es lo que ha marcado mayormente mi vida hasta el día de hoy.

Me invadió el impulso de enviarle una copia a ella, para lograr de alguna forma romper el hielo, y hacerle ver cuánto la extraño, cuánto daño me ha hecho, y sobre todo cuánto daño se ha hecho ella misma al obstinarse en reprimir sus instintos maternales con tal de que yo reciba la disciplina de parte de su Dios al haberme alejado de su camino, al salirme de los Testigos de Jehová, al decidir seguir un pecaminoso estilo de vida, al hacerle caso a la voz interna que me gritaba cada vez más fuerte que el verdadero yo no pertenecía ahí, que no podía seguir luchando con mi naturaleza que mostraba a todas luces que nunca me gustaron las mujeres... que soy maricón, en sus palabras.




El fin de semana fui a San Fernando. No iba desde agosto del año pasado. Necesitaba salir de Santiasgo, y la ciudad donde nací y me crié tiene un extraño efecto sanador en mi.

La primera noche, mi papá y su pareja tenían un compromiso, por lo que estaba solo en su casa. Por alguna razón, instintivamente llamé a mi mamá. Creo que necesitaba verla. Han sdo más de tres años ya desde que me echó de su casa, y el último año ha sido algo así como un "atrás sin golpes". Le sorprendió mi llamada, y le pregunté si podía ir a verla un rato. Accedió sin mucho entusiasmo, y dijo que estaba con su mamá... Mi abuela Julia, a la que no veía hace más de cinco años. Me emocioné ante la idea de volver a verla. A modo de pacto de protección, mi familia se encargó de que ella fuera la única que no supiera de mi condición sexual.

El reencuentro fue lo esperable: al verme, se emocionó al punto de las lágrimas. Me abrazó fuerte mientras repetía "Mi Renatito! Que está grande! Ya está hecho todo un hombre!". Yo logré contener mi emoción para no quebrarme. Pero al escuchar a mi mamá decir "Ay mamá, no sea dramática" , más me tuve que contener para no explotar, y logré racionalizar mis palabras y soltar un tenso "mamá, no nos vemos hace más de cinco años! Qué esperabas!".

Nos sentamos a la mesa, y la puse al día sin mucho detalle de mi estado actual, evitando tocar cualquier tema que pudiera incomodar o tensar el ambiente. Pero la actitud desdeñosa de mi mamá la hizo quedar como una pendeja malcriada. Me decepcionó bastante, pero luego entendí que el hecho de recibirme en su casa por primera vez después de tanto tiempo ya era demasiado para ella. Me había hecho ilusiones de que sería la oportunidad de pasar de la tregua a un tratado de paz. No debí esperar tanto de ella.

Al final, me despedí con la emoción de poder compartir por primera vez con alguien de mi familia, luego del veto que me pusieron años atrás; pero con el dolor de ver que las cosas con la mujer que más he amado (y amo) no cambiarán.




El leer en el libro cómo Julia se enfrentó a la homosexualidad de su hijo menor, cómo superó sus prejuicios y puso en primer lugar su amor por él, me hicieron llorar como cabro chico. Porque me di cuenta de que mi mamá jamás volverá a ser mi mamita, hasta que logre escuchar su conciencia y dejar de lado el fanatismo religioso.

Al principio, como todo adolescente dolido, juzgué que ella simplemente no me amaba. Y con el dolor que eso me producía, seguí adelante. Hoy entiendo que mi mamá es así no más. A sus 49 años, es difícil que cambie. No creo que no me ame. Simplemente es una cobarde. Y tendré que vivir con eso, sea que algún día ella lo entienda, o que mura en su refugio.




Yo... la amo igual.

viernes, abril 11, 2008

No Disponible

Luego del nerviosismo inical, de un vaso de Sprite y tres cigarrillos, de un abrazo y un "no me olvides"... Luego de un par de lágrimas en el ascensor, de palabras de ánimo de mi padre al teléfono, de caminar sin rumbo más de una hora abrumado por recuerdos, de un arroz con huevo acompañado de una novela de acción, y un capítulo de Ugly Betty... Volví a tomar mi cuaderno para vaciar en el papel todo lo que siento hoy.

La "temporada" que terminó con el capítulo de hoy fue la más larga de la historia. La de mejor rating. La que más secuelas promete para la siguiente temporada... Pero, tal como los guionistas hollywoodenses, el guionista de mi historia se botó a paro, por lo que lo que venga, vendrá en un bueeeeeeeen tiempo más. Se exigen mejores condiciones de trabajo, y no se depondrá el paro hasta que estas sean patentes... Y para eso, mi trabajo será arduo...

¿Que cómo estoy? Innegablemente con pena. Tranquilo. Con la conciencia limpia. Y con el amor propio en alza, quizás por un pequeño brote de orgullo. Uno siempre termina sintiendo que avanza cuando otros son los que retroceden. Pero, aunque suene negativo, verse lejos delante del otro ayuda a impulsarse aún más para perderlo de vista. Y terminas llegando más lejos de lo que pensabas serías capaz...

Las cosas lentamente se vuelven mejores...



Ahora es cuando más agradezco a Pancho que me llevara a descubrir mi lado racional, y a ejercitarlo un poquito para que algún día logre al menos restarle un poco de mi hasta ahora "todopoderoso" emocionalismo... "Estamos trabajando para su beneficio"...






Hola, me llamo Renato, tengo 21 años, y SOY soltero/no disponible.

viernes, abril 04, 2008

Después de la tormenta...

Parece que el dicho "las cosas pasan por algo" vuelve a dominar las situaciones en mi vida.

Luego de que lloviera sobremojado, cuando todo se fue a la mierda, luego de la tremenda tormenta que me pasó por encima, ahora por fin comprendí que necesitaba respirar. Necesitaba volver a mi.

Y las cosas mejorarían... Y lo están hanciendo! Ya tengo pega, que aparte de lo económico, tiene directa relación con lo que quiero para mi futuro. Una hora después, conseguí techo. Y por fin viviré independiente, sin tener que contar con otros. Y además, tendré a un amigo al lado... ¿Qué mejor? Ah, sí: viviré a 5 cuadras de mi pega. :D

¿Qué más? Estoy tomando decisiones importantes para mi presente y futuro. Y tengo el respaldo y apoyo de la gente que importa. Eso me llena, de verdad...

Y a pesar de los errores que pude haber cometido, estoy bien. Pude haberme alejado de la gente que quiero, pero al final, los que realmente valían han estado a mi lado. Eso no se puede pagar. Es algo por lo que estaré eternamente agradecido...

Es verdad que la pena está todavía presente. Lista para desatarse a la primera sombra de recuerdo... Y se me vienen muchas canciones a la cabeza: desde la primera Slow de Kylie, pasando por Tell me what we're gonna do now de Joss, I belong to you de Lenny, Me haces tanto bien de Amistades Peligrosas, y hasta Gracias a Dios de Thalía!!!
Pero aún habiendo cantado ya Cuando se ama de Laura Pausini y Fallo mío de Ella Baila Sola, vuelven a mi mente los acordes de una canción de los Presuntos Implicados, que ya canté una vez en éste blog... No creo que deba siquiera pensar en ello... Pero creo que me gusta ser mazoquista a veces... Tan solo, Esperaré...



Estoy vivo. Y estoy bien. Y lo seguiré estando :) .